Se promulgan más medidas de reforma de la justicia penal en Nueva York

Archie Williams, momentos después de su exoneración, el 21 de marzo de 2019. Foto tomada por el Proyecto Inocencia de Nueva Orleans [Innocence Project New Orleans en ingles].

Hotel Voice — 30 de abril de 2019

Por Peter Ward

Como muchos de ustedes saben por un artículo que publicamos en Hotel Voice en 2017, nuestra Unión ha estado colaborando estrechamente con el Proyecto Inocencia en la reforma de la justicia penal. Creo que éste es el asunto más importante de derechos civiles en los Estados Unidos, seguido muy de cerca por la reforma migratoria. El encarcelamiento injusto de la gente pobre, desfavorecida y de clase trabajadora, que de manera desproporcionada es negra y latina, es una mancha en el alma de nuestro país.

Cuando comenzamos a colaborar con el Proyecto Inocencia, la idea era que podíamos ayudar en tres áreas. La primera, y la más obvia, era simplemente recaudar fondos. La segunda era ayudar a las personas encarceladas injustamente que fueran clientes del Proyecto Inocencia a encontrar trabajo en los hoteles con Unión para ayudarlos a reintegrarse a la sociedad. La tercera era ayudar en cuestiones legislativas con las que el Proyecto Inocencia intenta, conjuntamente con otros defensores en el mundo de la justicia penal, cambiar las leyes injustas que invierten demasiado poder en la policía y los fiscales.

Es posible que a muchos de ustedes les sorprenda saber que Nueva York históricamente ha estado entre los peores estados en los E.E.U.U. en cuanto a sus leyes en torno al arresto, interrogación, régimen probatorio y juicios para los acusados en casos penales. Para colmo, el Estado de Nueva York tiene un sistema de fianza en efectivo injusto que encarcela a decenas de miles de personas por delitos no violentos a pesar de que no supongan riesgo de fuga.

Durante estos últimos años, nuestra Unión ha ayudado a recaudar un monto considerable de dinero para el Proyecto Inocencia y ha ayudado a media docena de personas condenadas injustamente a encontrar trabajo. Pero, aun más importante, también hemos tenido una función impresionante en el logro de la reforma de la justicia penal.

Según les comunicamos a ustedes en 2017, HTC ha sido instrumental en cabildear a la legislatura y al Gobernador Cuomo para cambiar cómo se llevan a cabo las interrogaciones en el Estado de Nueva York. Éste cambio creó una versión grabada y justa de la conducta de la policía cuando obtienen las confesiones. En ese mismo año, se hizo una reforma significativa en cuanto a las ruedas de reconocimiento de sospechosos hechas por la policía, que es una herramienta poderosa que se usa injustamente para condenar a nuestros conciudadanos. Además, abordamos otro tema de desigualdad en Nueva York, el cual era uno de los últimos dos estados en los EEUU que juzgaban a los individuos de 16 y 17 años de edad como adultos. En colaboración con el Proyecto Inocencia y otros defensores de la reforma de la justicia penal, HTC nuevamente desempeñó una función importante para aumentar la edad de responsabilidad penal a 18 años de edad.

Nos complace decir que logramos más progreso el año siguiente. En 2018, HTC participó en la exitosa lucha por el establecimiento de una comisión que revisa las acusaciones de conducta indebida de la fiscalía y empodera al Gobernador para que sancione y/o destituya a los fiscales, si fuese necesario. ¡Esta comisión es la primera en su clase en los Estados Unidos!

Este año resultó más ambicioso que nunca, ya que intentamos cambiar las leyes relacionadas con los juicios rápidos, la reforma de la fianza y los derechos de descubrimiento. El lunes, 1° de abril, el Gobernador Cuomo promulgó nuevas leyes que cubren los tres temas, lo que crea un ambiente en ell que los acusados por delitos penales no pueden ser encarcelados injustamente mientras esperan su juicio y sin tener que soportar períodos de tiempo irrazonablemente largos para tener acceso a las presuntas pruebas recopiladas en sus casos.

La reforma de esos tres asuntos, conjuntamente con las reformas en los dos años anteriores, constituye un cambio radical en la manera en que el sistema de justicia penal en el Estado de Nueva York trata a sus ciudadanos pobres, desfavorecidos y de clase trabajadora.

Todos nosotros podemos sentir un gran orgullo en los muchos logros de nuestra Unión durante estos últimos años, pero no hay ningún logro del que yo, personalmente, me sienta más orgulloso que de estas reformas de la justicia penal. Permítanme que les explique porqué.

Primero, las instituciones tales como las Uniones tienen la responsabilidad de hacer algo más que simplemente abogar por el grupo relativamente pequeño de trabajadores que ellas representan en el día a día en olos lugares de trabajo. Nuestra labor debe dedicarse a cambiar y mejorar las condiciones en la sociedad que necesitan nuestros miembros, sus familias, y otras personase trabajadoras.

Segundo, y tal vez más importante, es que todos nuestros logros, incluyendo estas recientes reformas de la justicia penal, no hubieran podido ocurrir sin los grandes esfuerzos de todos los que trabajan en la Unión y especialmente ustedes, nuestros miembros. Yo dije lo siguiente en la edición de Hotel Voice de julio de 2017, después que habíamos disfrutado de nuestros primeros éxitos en lograr la legislación sobre la reforma de la justicia penal, y continua siendo cierto: “Les debemos un inmenso agradecimiento a ustedes, los miembros de nuestra Unión. Con su asistencia a las manifestaciones, haciendo campañas electorales en los barrios, su presencia en las audiencias públicas, la inscripción de votantes, las campañas masivas por llamada telefónica y su participación en otro activismo, ustedes han contribuido a proveerle a la Unión, y a ustedes, la reputación de poder que puede tener buenos resultados.”

Ahora podemos agregar las medidas adicionales de reforma a la justicia penal a esa larga lista de buenos resultados.